El 'recordman' Marcelo Campanal

En todos los rincones de nuestra ciudad es bien conocido que Marcelino Vaquero González Del Río 'Campanal II' fue un extraordinario futbolista internacional. Y bien se sabía desde bien pequeño que aquel niño estaba predestinado a conseguir algo especial por su inquietud y amor al deporte en su vivienda de la calle Marqués de Pinar del Río (hoy La Ferrería), en el primer piso del edificio que ocupaba la redacción, talleres y oficinas de LA VOZ DE AVILÉS en aquel momento. Pero las expectativas se agrandaron mucho más, hasta el punto de que Marcelo marcó un hito en el deporte español.

Con los años fue un consumado tenista, preparador físico, entrenador de fútbol, palista en el Descenso del Sella con el Club de Mar, jugador de tenis de mesa, remero e incluso boxeador, pero lo insólito de su caso es que en los años 50 del pasado siglo compaginó su profesionalidad futbolística en el Sevilla y la Selección Nacional con la participación fuera de competición en campeonatos y exhibiciones absolutas de atletismo. Y lo sorprendente del caso es que logró nada más y nada menos que el récord de España en dos especialidades, por delante de los más afamados atletas de la época y exclusivamente con entrenamientos específicos de fútbol.

Pudiera parecer que los atletas de la época en España no eran buenos, pero la realidad es que Marcelo Campanal era un superdotado físico y un adelantado A su tiempo en el mundo del deporte. Y con el paso de los años se ha hecho justicia con él, ya que en la reciente 'Cronología de los Récords y Mejores Marcas Españolas de Atletismo' publicada a finales de 2019 la Real Federación Española se reconoce sus dos mejores marcas absolutas de la época en nuestro país, si bien matiza su falta de reconocimiento oficial en la época en la que se produjeron, ya que en los años 50 del siglo pasado no se permitía competir a los profesionales de un deporte, únicamente a título de invitado. Pero vaya invitado. Resultó ser el mejor de todos en 100 metros lisos y triple salto.

Una de las mayores cualidades de Campanal II fue sin duda su gran velocidad. Y así asombró a todos el día 26 de junio de 1952 igualando el récord de España de 100 metros lisos que ostentaba un mes antes Ángel Planelles, con un tiempo de 10 segundos y 9 décimas. Y para mejor suerte de los avilesinos, la marca había sido lograda en las pistas de La Exposición. Así se hace constar, de forma destacada, la nueva Cronología de Récords, en el que recuerda que no era un atleta sino un futbolista para mayor mérito. Esa plusmarca nacional se mantendría durante un año, ya que el 11 de julio de 1953 era superada por el madrileño Javier Llana al rebajarlo en una décima, si bien Marcelo lo había conseguido también en entrenamientos.

La velocidad del avilesino ya era innata de sus genes de deportista y la había traducido al fútbol con continuas exhibiciones, hasta el punto de que se discutía sobre si el más rápido de España sobre el terreno de juego era Marcelo o el madridista Paco Gento. Campanal al menos lo demostraba sobre las pistas de atletismo, es más, se divertía sobre el terreno de juego.

Las habilidades del avilesino también se reflejaron en otra especialidad, el triple salto, durante la mencionada década de los años 50. Muestra de ella es la reproducción literal que hace la Real Federación Española de Atletismo de su nueva plusmarca de triple salto: «A mediados de los 50, Marcelino Vaquero (Campanal II), excelente atleta, siendo el récord 14.48 de Óscar Simón, consigue unos oficiosos récords de 14.79 en Avilés, julio de 1954, y 14.61 en Sevilla, en exhibición el 18 de mayo de 1957». Este récord no fue superado hasta el 19 de junio de 1960, en el que el guipuzcoano Luis Felipe Areta dejaba la marca en 14,87 metros.

Sus dotes atléticas le hicieron competir también en longitud (7,50 metros), altura (1,85) y lanzamiento de peso (12,50) e incluso pértiga, modalidad en la que con tan solo 17 años logró la cuarta plaza absoluta de España en el IX Campeonato Nacional del Frente de Juventudes disputado en la Ciudad Deportiva el 20 de agosto de 1948, un mes de partir desde Avilés a Sevilla para iniciar su periplo futbolístico tan próspero. Ahí lo contempló el afamado periodista Matías Prats padre, y le definía como «un adelantado a su tiempo que, de haberse dedicado por entero al atletismo, habría conseguido para España la primera medalla olímpica de su historia».

Avilés ha tenido en Marcelo Campanal a una leyenda que no tiene parangón en nuestro país, y que incluso lo siguió demostrando más allá de su vida profesional con la consecución de más de cien medallas en los campeonatos de España de veteranos. Sólo hace cuatro días que nos ha dejado con una estela de cariño y reconocimiento deportivo a lo largo y ancho de todo el país, pero con el último logro de que la Federación Nacional hubiese reconocido en su cronología oficial de récords sus históricos registros. Ahí queda eso, Marcelo.